di Anna Scicolone da Madrid
Hola a todos, querría presentarme, contándoos algo de mí y de mi intensa e incansable vida.
Me llamo…prefiero no deciros mi nombre ahora. Vuestra tarea será la de identificarme a través de unos indicios que os daré. Para empezar os diré que he nacido hacia el final del siglo XIX, en coincidencia con la que fue una época de grandes cambios económicos y sociales…y ya con eso os he dicho bastante. Por un largo período he sido querido y apreciado por muchas personas. He sido el entretenimiento y la compañía para adultos y nenes. La gente me amaba por lo que yo era, por las poesías que le regalaba, porque realmente era capaz de hacerla soñar. Pero no todo el mundo tuvo la suerte de tenerme consigo. Yo era un objeto de lujo, y sobre todo en mis primeros años de vida viví en pocas, poquísimas casas. Pero el tiempo pasa, las sociedades se transforman y el bienestar progresa…fue entonces, cuando el mundo conoció la riqueza, el momento en que empecé a ser utlizado en muchas, muchísimas casas. Me acuerdo de que el período más bonito de mi vida fue justo en el siglo pasado. Estoy seguro de que también vosotros habéis jugado conmigo y estoy seguro de que nos hemos divertido juntos. Tuve muchas formas diferentes, nací con un tamaño bastante grande y en la época me parecía a una concha. Era tan bonito mirarme. A menudo la gente me ponía en el salón de sus casas de modo que pudiera ser admirado. Luego con el tiempo me he vuelto más pequeño para ser desplazado desde una habitación a otra sin demasiados problemas. Fui amigo de los niños y con ellos me divertí mucho. Siempre hubo conmigo un inseparable compañero de aventura, fuimos indispensablese el uno para el otro. Juntos hemos regalado a la gente tantas emociones y le hemos hecho conocer tantas personas ilustres. Pero el tiempo pasa para todos, también para mí. Aunque la gente me recuerde con ilusión, porque he sido parte de su vida, de su infancia o sencillamente porque me asocia con determinados recuerdos, ahora desgraciadamente vivo una vida de soledad, relegado al margen de la sociedad. Ahora aquel podio que un tiempo fue el mío ya no me pertenece. Hoy es el momento de gloria de mis nietos, y de los nietos de mis nietos. Ellos han nacido con un tamaño pequeño y gracioso y son compañeros fieles para todos los chicos.
Lo que pasa conmigo es que, en la mejor de las hipótesis, vivo en un polvoriento sótano, donde me hacen compañía las muñecas abandonadas que me preguntan, de vez en cuando, que diga algo para ellas, para hacerles soñar. En la peor de las hipótesis, en cambio, aparezco en aquel terrible lugar que se llama ebay, un mercado virtual, un espacio al que siento que no pertenezco. Estoy allí, esperando que algún nostálgico apasionado se acuerde de mí y decida comprarme. Y mientras tanto, pienso en qué bonito sería volver a vivir, aunque en un mundo tan diferente del en que yo viví. ¿Habéis entendido quién soy yo?
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